27.5.09



A ese cuerpo de inseguridad ciudadana que patrullan nuestras calles para que los ultras no se coman a los niños, para poder meter una multa desmesurada a integrantes del grupo que disponiamos a ver un partido de fútbol a otra ciudad, ya sabemos su modus operandi, reprimir y multar, reprimir y multar...
La misma historia para nuestra ruina, para que la sociedad siga teniendo miedo ¿mediático? hacia todos nosotros. En esta triste historia existen ultras que se les acaba su vida normal, su vida sin tener que pagar una multa de 3.001€ de forma gratuita por una ley del deporte que roza la ilegalidad, que arremete contra la libertad de expresión de un colectivo.
Dejar de ENGAÑAR!




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